Doctrina
Sobre Dios.
Hay un solo Dios creador del universo, soberano omnipresente, omnipotente y omnisciente, sustentador de todas las cosas y que existe eternamente en las personas: Dios el Padre, Jesucristo el Hijo y el Espíritu Santo.
Los siguientes versículos nos hablan acerca de Su poder:
“En el principio creó Dios los cielos y la tierra” (Génesis 1:1,26,27)
“Antes que naciesen los montes y formases la tierra y el mundo, desde el siglo y hasta el siglo tú eres Dios”
Sobre la Humanidad.
El ser humano en el principio fue creado a la imagen y semejanza de Dios (Génesis 1:27), con vida espiritual, además de bueno y santo.
Cuando pecó, la parte espiritual en el hombre murió (hubo una separación entre Dios y el hombre) y la física comenzó a morir; con Cristo podemos recuperar la imagen espiritual y el día de la resurrección hemos de recuperar la parte física. (Juan 1:12-13, 3:3-6)
Sobre Jesucristo.
Jesús es Dios encarnado. Fue concebido por el Espíritu Santo y nació virginalmente de María, dando testimonio de su Deidad (Isaías 9:6; Mateo 1:21-23).
Vivió una vida sin pecado (Hebreos 4:14-15) y se ofreció a sí mismo en Sacrificio para expiación por todos los pecadores (Juan 10:17-18 Romanos 5:8);
Después de morir fue sepultado, y al tercer día resucitó confirmando Su propio mensaje y cumpliendo así la Escritura (1 Corintios 15:3-4)
Resucitó corporalmente de la muerte y ascendió al cielo, sentándose a la diestra del Padre, donde intercede por nosotros. (Marcos 16:19, Hechos 1:9)
Sobre la Salvación.
Todos hemos pecado, por lo tanto estamos condenados a estar eternamente separados de Dios (muerte espiritual) (Romanos 3:23) solo por medio de la fe dependemos completamente de Jesucristo para salvación. (Romanos 6:23; Romanos 5:1; Juan 14:6).
Aun cuando la gracia de Dios se ofrece gratuitamente y no tiene precio, Dios pide que para hacerse objeto de su salvación, es necesario a Cristo como único y suficiente salvador, y pedir perdón de los pecados. Esto es posible sólo cuando el Espíritu Santo nos guía a través de la Palabra (Juan 16:8; Hechos 17:30), permitiendo así que el Señor efectúe una conversión de su naturaleza. (Jn 1:12-13; 2 Cor 5:17)
Sobre la seguridad de la Salvación.
Creemos que una vez que hemos sido hechos hijos de Dios, nada ni nadie puede separarnos de Él. (Juan 10:27-29, Romanos 8:30-39)
Hemos sido engendrados espiritualmente por voluntad de Dios, somos sus hijos y Él es nuestro padre (Juan 1:12-13)
Biológicamente hablando, un hijo por ninguna causa o motivo puede dejar de ser hijo de su padre, así el cristiano que ha sido engendrado por Dios, por mucho que haga o deje de hacer, no puede dejar de ser hijo de aquel que lo ha engendrado espiritualmente.
Así que como la salvación nos ha sido dada por la gracia de Dios, el cristiano no puede perder su salvación, ya que el cristiano no se la ganó, ni pagó nada por ella; y no existe nada que pueda hacer o dejar de hacer para perderla.
Su importancia: La seguridad de la salvación de ninguna manera es una licencia para pecar, sino que es tu seguridad de tu relación ETERNA con Dios.
Sobre el Espíritu Santo.
El Espíritu Santo mora dentro del cristiano desde el momento mismo en que creyó en Jesús como su Salvador (Efesios 1:13; 1 Corintios 3:16)
Le ha sido dado con el propósito de regenerar su vida, a través de la manifestación diaria del fruto del Espíritu, y de guiarlo, enseñarlo y resguardarlo. (Gálatas 5:22-25, Juan 16:7-13)
Creemos que el Espíritu Santo también se encarga de repartir dones espirituales a cada cristiano. (1 Corintios 12:6-11; 14:12)
Sobre el Bautismo del Espíritu Santo
Creemos que tal como hay un nacimiento físico y uno espiritual, también hay un bautismo espiritual y bautismo físico.
Todo cristiano es bautizado por el Espíritu Santo en el momento mismo de su conversión.
“En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa (Efesios 1:13)
“Porque Juan ciertamente bautizó con agua, más vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días” (Hechos 1:5).
La palabra “bautizar” significa “sumergir” o “introducir dentro”: Por ello entendemos que el bautismo del Espíritu de Dios nos bautiza o sumerge espiritualmente en el cuerpo de Cristo para pertenecer a Él y el bautismo físico en agua es el testimonio público del acto invisible de volverse uno con Cristo a través de haber sido bautizados por su Espíritu (evento que sucedió el día que aceptamos a Cristo como Salvador).
Sobre la llenura del Espíritu Santo.
La biblia nos enseña que debemos de ser llenos del Espíritu Santo (Efesios 5:18)
Testificar no solo con palabras, sino principalmente con una vida que sea semejanza a Cristo, con la evidencia poderosa y sobrenatural de un aumento del fruto del Espíritu (Gálatas 5:22-23; Efesios 5:9)
En cuanto a las manifestaciones que hoy en día se le asignan al Espíritu Santo, creemos que si bien es cierto que en la Biblia encontramos que los cristianos casi cada vez que fueron llenos del Espíritu Santo, había algún tipo de manifestación, también es cierto que éstas no fueron controladas por el hombre sino por el mismo Espíritu siempre se menciona que iban y testificaban de la Palabra. (Hec. 2:1-4,14; 4:31; 9:17-20)
Sobre la Biblia.
Los sesenta y seis libros de la Biblia componen el canon de la Escritura, siendo inspirada por Dios, con autoridad y es infalible. (2 Timoteo 3:16; Proverbios 30:5-6; Pedro 1:20,21). Consideramos inaceptable cualquier doctrina que sea ajena a la palabra de Dios.
Sobre la Iglesia.
Es el plan de Dios que cada creyente conviva con otros creyentes. La iglesia es el Cuerpo de Cristo; el instrumento primario por el cual Dios cumple Su propósito en la tierra (1 Corintios 12:27)
Sobre las Santas Ordenanzas.
El Señor ha dejado a la iglesia dos ordenanzas. El bautismo en agua y la Santa Cena; que también nos han sido dados como testimonios de la bondad de Dios y de nuestra convivencia con Él en la iglesia, habiendo sido redimidos por la misma fe en Jesucristo (1 Corintios 1:17; Mateo 28:19-20; 1 Corintios 11: 23-26)
Son canales de bendición y gracia, y deben ser celebrados por la Iglesia hasta que Cristo venga; sin embargo, NO son necesarios para la salvación.
Sobre la Segunda Venida de Jesucristo.
Creemos en el regreso físico y literal de Cristo a este planeta con gloria y poder, para juzgar el mundo y reinar por los siglos de los siglos (Hechos 1:6-11)
Creemos que poco antes de la venida física de Cristo a la tierra. Él vendrá para arrebatar a Su Iglesia y llevarla consigo al cielo.
Sobre la eternidad
Tanto los salvos, como los perdidos serán resucitados corporalmente, unos para ser galardonados y otros consignados al infierno. (Daniel 12:2, Apocalipsis 20:15).